jueves, 24 de abril de 2008

Tarde de perros

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que creé una nueva entrada. Muchas cosas buenas y muchas cosas no tan buenas. Hoy he tenido un auténtico día de perros. Pero esta tarde, con los últimos coletazos de proyecto que tenia que dar, he estado pensando.
El día ha sido malo, se han caído el PLC de la nave 5 donde estoy ahciendo la puesta en marcha, debido a un inexplicable error que al fina he podido aislar en 'debe de ser un problema de conexiones con la accesibilidad al PLC por SCADA' pues bien eso cierra muchas causas pero abre un puto mundo. No tenemos ni puta idea de solucionarlo, el caso es q ahora mismo me lo he currado para q tengan luz.

Después de esta breve explicación/desahogo/putodiademierda me he puesto una canción que hace mucho tiempo que no escuchaba. Una de esas canciones que no recuerdas por etapas con personas si no que sólo te hace recordar buenos momentos con todas. Las breves y las largas, ya nos etendemos. Aquí la dejo, como siempre. Al fin y al cabo ahora mismo estoy en uno de los mejores momentos de mi vida.


Tarde de perros

Tarde de perros, lluvia de ceniza,
parabrisas cansados, sin adrenalina,
los semáforos tiemblan, como sauces llorones,
y una dependienta espera en la trastienda,
Lluvia de camiones, ambulancias urgentes,
chicas que se esconden debajo del puente
nadie las recoge, bajo la tormenta
el ultimo noviembre de los años ochenta.

Tarde de perros, noche de canallas
policías inquietos al volver a casa
gabardinas sin dueño, con los cuellos alzados
gatitas en celo, pasadas por agua
Lluvia de camiones, durmiendo a la intemperie,
ajenas a la fiebre de la noche del viernes
nadie las recoge, bajo al tormenta
el ultimo noviembre de los años noventa.

Lluvia de canciones, ambulancias urgentes,
chicas que se esconden debajo del puente
nadie las recoge, bajo la tormenta
el ultimo noviembre de los años ochenta.

Lluvia de canciones, durmiendo a la intemperie,
ajenas a la fiebre de la noche del viernes
nadie las recoge, bajo al tormenta
el ultimo noviembre de los años noventa.

Quique Gonzalez, del incombustible Salitre 48.